Un nuevo borrador sometido a las partes negociadoras.

 Un nuevo borrador sometido a las partes negociadoras.
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RFI  – Raphael Morán

Los negociadores de la cumbre climática en Egipto siguen sin alcanzar un consenso sobre tres cuestiones: el financiamiento de las pérdidas ligadas al cambio climático, la ambición de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación al calentamiento global.

Los pasillos de la conferencia climática de Sharm El Sheij se vacían, pero los negociadores siguen activos en busca de un acuerdo para una declaración final ambiciosa. Tras una noche de negociación, más allá de la fecha límite inicial del viernes, la presidencia egipcia de la COP27 presentó el sábado un nuevo proyecto de acuerdo a las partes. «Como se pueden ustedes imaginar, ninguno de los grupos podría decir que todos sus intereses están recogidos», explicó Sameh Shukry, el presidente de la COP27. «Hay insatisfacción en todas las partes, pero hay una vasta mayoría que apoya el texto», insistió el canciller egipcio antes de la presentación del documento. Se espera otra reunión plenaria a las 6:30pm en la que las partes expresarán su punto de vista sobre el nuevo proyecto de declaración final.

Horas antes, varios jefes de delegaciones se dijeron inconformes con el avance de las negociaciones. El negociador europeo Frans Timmermans elevó el tono declarando con cierto nerviosismo que prefería una “ausencia de acuerdo a un mal acuerdo”. “Nos preocupan mucho algunas cosas que hemos visto y escuchado en las últimas 12 horas”, agregó Timmermans, explicando que los europeos quieren mantener “vivo” el objetivo de limitar a 1,5 grados el aumento de la temperatura global. Esta meta ambiciosa, inscrita en el Acuerdo de París de 2015, supondría una reducción drástica del uso de combustibles fósiles, por lo que algunos países petroleros, como Arabia Saudita o China, la consideran obsoleta.

Los países más expuestos al cambio climático, así como varias ONG ambientalistas insisten también para que el párrafo sobre la reducción gradual del uso de energías fósiles incluya también el gas y el petróleo, y no solo el carbón, según la primera versión del borrador de acuerdo.

“La presidencia egipcia cuestiona lo acordado en el Acuerdo de París y de Glasgow en materia de reducción de las emisiones”, lamentó una fuente anónima del ministerio francés de la Transición energética.

La 27ª conferencia del clima de la ONU se abrió el 6 de noviembre con un tema dominante en la agenda: la posibilidad de crear un fondo de pérdidas y daños causados por el cambio climático. Las negociaciones se aceleraron después de que los europeos dieran un paso adelante hacia los países en vía de desarrollo y propusieran, en una sesión plenaria el jueves, abordar la creación de un «Fondo de Respuesta» a los desastres climáticos, dedicado a los países más vulnerables, a cambio básicamente de dos condiciones.

Primero, «ampliar la base de donantes», es decir, integrar a aquellos países que se han convertido en grandes emisores, como China.

Y, en segundo lugar, un compromiso fuerte y explícito en torno a la mitigación, para mantener ese objetivo de +1,5 ºC de aumento de la temperatura comparado con la era preindustrial.

Esos vínculos entre un fondo de reparaciones, quién contribuye a ello, y la mitigación de emisiones, han acabado paralizando las negociaciones, según diversas fuentes consultadas por la AFP, por lo que la presidencia egipcia alargó la duración de la COP, una decisión frecuente en este tipo de encuentros internacionales a los que acuden cerca de 200 delegaciones nacionales.

Compensar a los países que menos gases de efecto invernadero han emitido históricamente pero que sufren las consecuencias de fenómenos meteorológicos extremos es una vieja aspiración de los países del Sur.

«Las contribuciones deberían incluir a todos los grandes emisores, como China, Arabia Saudita o Catar», había declarado el ministro canadiense de Medio Ambiente, Steven Guilbeault, en sintonía con los europeos que insisten para que China –mayor emisor de gases de efecto invernadero- pague y no reciba dinero de dicho fondo.

Estados Unidos –segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero- guarda silencio ante los debates, aunque está activo en las salas de negociación, según las fuentes consultadas.

El enviado especial para el clima estadounidense, John Kerry, dio positivo al covid-19, lo que podría dificultar su participación.

Las oenegés ambientales por su parte insisten para que se haga concreta la creación de un fondo de ayuda financiera para los países vulnerables al cambio climático.

 


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