La Volvo Ocean Race, en busca de mujeres
La Volvo Ocean Race anunció esta semana un cambio en las reglas para fomentar la presencia de mujeres en la flota. La vela oceánica nunca ha hecho distinción entre géneros como demostraron Ellen MacArthur, segunda en la Vendée Globe 2000/2001, o Florence Arthaud, ganadora de la Ruta del Ron de 1990, pero la realidad es que el dominio masculino es abrumador en la vuelta al mundo a vela por equipos: más de 2.000 hombres han participado en 43 años de historia de la Volvo frente a un centenar de mujeres. Y eso que la segunda edición (1977/78, cuando la regata se denominaba Whitbread Round the World Race) ya contó con la primera patrona, Clare Francis, mientras que en 1989 Tracy Edwards lideró la primera tripulación femenina. Una nueva fórmula podría disminuir la diferencia entre sexos a bordo.
En la última edición de la Volvo Ocean Race, el Team SCA supuso el regreso a la competición de una tripulación íntegramente femenina tras 10 años de ausencia. El hecho de que flota navegaba por vez primera en barcos idénticos (la clase monotipo VO65) se presentó como una oportunidad inmejorable para comprobar la diferencia entre tripulaciones. El equipo sueco armó un proyecto ambicioso con Sam Davies y Dee Caffari como piedras angulares, siendo el primero en hacerse con un velero para entrenar y con tiempo y recursos para llevar a cabo una selección exhaustiva de regatistas.
El barco magenta dejó muestras de calidad pero lo cierto es que, a excepción de su victoria en la ‘minietapa’ entre Lisboa y Lorient, siempre finalizaba en los últimos puestos de la clasificación (6+6+6+6+5+6+6+1+7). Aunque mediáticamente el SCA fue uno de los ganadores de la regata, el proyecto se limitó a una sola campaña. Un varapalo para la organización, que perdía así un foco de atención y, sobre todo, uno de los patrocinadores que más invirtió en los últimos tiempos. Cuando resta un año para la edición 2017/18, el director general de la prueba, Mark Turner, ha ideado un plan para evitar la ausencia de mujeres en la línea de salida de Alicante.
La tripulación de Sam Davies estaba formada por 11 efectivos a bordo (más la tripulante de comunicación), tres más que los equipos masculinos. Para la próxima edición, las reglas limitan los equipos a siete regatistas, si son todos hombres, mientras que dan ventaja numérica a las tripulaciones mixtas a través de una serie de combinaciones: 7 hombres y 1 o 2 mujeres; 7 mujeres y 1 o 2 hombres; 5 hombres y 5 mujeres y, por último, 11 mujeres. Los equipos, además, podrán ir cambiando de configuración de la tripulación después de cada etapa.
«Sería muy duro competir con sólo siete tripulantes en un Volvo Ocean 65 contra equipos de ocho o nueve. Esta nueva regla forzará casi seguramente a los equipos a contratar mujeres, lo que creará una gran plataforma de aprendizaje; si las regatistas oceánicas quieren llegar a competir al mismo nivel que los mejores del mundo, necesitan entrenar y regatear con los mejores», afirma Ian Walker, ganador de la última edición disputada a bordo del Abu Dhabi Racing.
En este nuevo escenario parece tener cabida la campeona olímpica Támara Echegoyen como tripulante del barco español. Todo el mundo da por hecho que en octubre de 2017 un nuevo proyecto de Pedro Campos estará en la línea de salida y, como dice Walker, en la lista de candidatos a estar a bordo deberá aparecer alguna mujer. La propia navegante gallega se muestra ilusionada con la posibilidad: «Se me ha abierto una puerta muy ilusionante».
«Es un reto personal porque siempre dije que uno de mis objetivos era convertirme en una regatista muy completa», explica Echegoyen. «En clases olímpicas he llegado a lo más alto con el trabajo de mis compañeras, y siempre fui partidaria de navegar en todo tipo de barcos. La Volvo siempre estuvo en mi cabeza, perdí un poco la ilusión porque sabía que era muy difícil entrar [no fue seleccionada por el Team SCA]. Ahora me encantaría por lo menos probar si mis cualidades valen para este tipo de regata», añade.
Otra navegante que entra en todas las quinielas para formar parte de la próxima Volvo Ocean Race es Anna Corbella, la primera española en completar una circunnavegación a vela sin escalas (terminó en sexta posición de la Barcelona World Race 2010/11 junto a Dee Caffari). La catalana sumó su segunda vuelta al mundo en 2015, en la misma regata pero esta vez con Gerard Marín como compañero. Ninguna otra regatista en el país acumula tanta experiencia en los océanos.
Mark Turner asevera que «no se trata de bajar el nivel del deporte, como sugerirán algunos». Y argumenta: «Al revés, se trata de dar más oportunidades a las mejores regatistas femeninas del mundo de competir en términos de igualdad. Navegar es uno de los pocos deportes en los que actualmente puedes tener equipos mixtos, y queremos tomar ventaja de ello, y también reflejar el creciente deseo de mayor diversidad en las empresas, en particular, del tipo de empresas que apoya a los equipos de regatas hoy en día». Tracy Edwards fue una de las primeras en apoyar la iniciativa:
Este cambio de reglamento también se debe a un intento por aumentar el interés por participar en la Volvo Ocean Race. A falta de un año para que dé comienzo la Volvo Ocean Race 2017/18, sólo un equipo, el Team AkzoNobel holandés, ha confirmado su inscripción. En el equipo español trabajan hasta ahora sin anunciar movimientos y otro proyecto, cuyo nombre no será desvelado hasta el próximo año, ha encargado la construcción de un VO65. También hay algunos patrones, veteranos de la vuelta al mundo, rastreando opciones de alistarse de nuevo en la aventura.
Mark Turner cogió las riendas de la regata este año para llevarla al «siguiente nivel» -como señaló Henry Stenson, presidente del consejo de dirección de Volvo Ocean Race, durante le presentación del nuevo director general- y su primer objetivo es que en la línea de salida de Alicante haya una flota compuesta, al menos, por siete u ocho embarcaciones. Y, a ser posible, con un buen número de mujeres a bordo.