4 estadounidenses secuestrados cruzaron a México para recibir atención médica

 4 estadounidenses secuestrados cruzaron a México para recibir atención médica
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VOA-

“Los cuatro estadounidenses fueron colocados en un vehículo y sacados de la escena por hombres armados”, dijo el FBI. La oficina ofrece una recompensa de 50.000 dólares por el regreso de las víctimas y el arresto de los secuestradores.

Cuatro estadounidenses que viajaron a México la semana pasada para buscar atención médica quedaron atrapados en un tiroteo mortal y fueron secuestrados por hombres fuertemente armados que los arrojaron en la parte trasera de una camioneta, dijeron el lunes funcionarios de ambos países.

Los cuatro viajaban el viernes en una minivan blanca con placas de Carolina del Norte. Fueron atacados poco después de entrar a la ciudad de Matamoros desde Brownsville, en el extremo sur de Texas, cerca de la costa del Golfo, dijo el FBI en un comunicado el domingo.

“Los cuatro estadounidenses fueron colocados en un vehículo y sacados de la escena por hombres armados”, dijo el FBI. La oficina ofrece una recompensa de 50.000 dólares por el regreso de las víctimas y el arresto de los secuestradores.

Zalandria Brown de Florence, Carolina del Sur, dijo que ha estado en contacto con el FBI y funcionarios locales después de enterarse de que su hermano menor, Zindell Brown, es una de las cuatro víctimas.

“Esto es como un mal sueño del que desearías poder despertar”, dijo en una entrevista telefónica. “Ver a un miembro de tu familia tirado en la parte trasera de un camión y arrastrado, es simplemente increíble”.

Soldados del ejército mexicano preparan una misión de búsqueda para cuatro ciudadanos estadounidenses secuestrados por hombres armados en Matamoros, México, el lunes 6 de marzo de 2023.
Soldados del ejército mexicano preparan una misión de búsqueda para cuatro ciudadanos estadounidenses secuestrados por hombres armados en Matamoros, México, el lunes 6 de marzo de 2023.

Zalandria Brown dijo que su hermano, que vive en Myrtle Beach, y dos amigos habían acompañado a un tercer amigo que iba a México para una cirugía estética de abdomen. Un médico que anuncia este tipo de cirugías en Matamoros no respondió a las llamadas en busca de comentarios.

Brown dijo que el grupo estaba muy unido y que todos hicieron el viaje en parte para ayudar a dividir las tareas de conducción. Estaban al tanto de los peligros en México, agregó, y su hermano había expresado algunas dudas.

«Zindell seguía diciendo: ‘No deberíamos bajar'», dijo Brown.

Un video publicado en las redes sociales el viernes mostró a hombres con fusiles de asalto y chalecos antibalas color canela cargando a las cuatro personas en la caja de una camioneta blanca a plena luz del día. Uno estaba vivo y sentado, pero los otros parecían muertos o heridos. Al menos una persona pareció levantar la cabeza del pavimento antes de ser arrastrada hacia el camión.

La escena ilustra el terror que ha reinado durante años en Matamoros, una ciudad dominada por facciones del poderoso cartel de la droga del Golfo que a menudo se pelean entre sí. En medio de la violencia, miles de mexicanos han desaparecido solo en el estado de Tamaulipas.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el lunes que “hubo un enfrentamiento entre grupos y fueron detenidos”, sin ofrecer detalles. Originalmente dijo que los cuatro estadounidenses llegaron a México para comprar medicamentos.

El fiscal jefe de Tamaulipas, Irving Barrios, dijo a los periodistas que una mujer mexicana murió en los tiroteos del viernes. No especificó si ella murió en el mismo tiroteo donde ocurrió el secuestro.

Una mujer que conducía en Matamoros y que pidió no ser identificada por temor a represalias dijo que fue testigo de lo que parecía ser el tiroteo y el secuestro.

La minivan blanca fue embestida por otro vehículo cerca de una intersección, luego se escucharon disparos, dijo la mujer. Llegó otra camioneta y varios hombres armados se apearon.

“De repente, ellos (los hombres armados) estaban frente a nosotros”, dijo. “Entré en estado de shock, nadie tocó la bocina, nadie se movió. Todos deben haber estado pensando lo mismo: ‘Si nos movemos, nos verán, o nos dispararán’”.


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