Los oídos de los jóvenes están en peligro
Por Ivonne Sánchez
Los oídos de los jóvenes están en peligro. Así lo afirman varios expertos de la audición que han observado un incremento de pérdida auditiva en esta población. Se calcula que en el mundo, 43 millones de jóvenes entre 12 y 35 años de edad presentan discapacidades auditivas.
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Un joven paseando con audífonos
La imagen de un joven con audífonos caminando por la calle se ha vuelto una imagen común en nuestros días. Pero lo que muchos no saben es que un porcentaje importante de estos jóvenes está perdiendo a pasos agigantados su capacidad auditiva. Un riesgo sanitario que la Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones han comenzado a denunciar.
Según una encuesta reciente realizada por IPSOS para la asociación francesa JNA (Journée Nationale de l’Audition), un joven de cada cinco sufre de una pérdida de audición. La encuesta señala también que el 49 % de los jóvenes interrogados ha sentido alguna vez un dolor en los oídos, 21 % tiene un dolor frecuente y duradero. Pero la paradoja es que la gran mayoría, el 70 %, piensa que la pérdida auditiva está muy lejos de llegar a ser una realidad en sus vidas.
Conciertos ruidosos y uso excesivo de los audífonos
Los conciertos de música a alto volumen que superan los 100 decibeles y el uso excesivo de los audífonos a niveles superiores a los 60 decibeles son dos factores importantes que explican este incremento en la pérdida auditiva entre los jóvenes.
Estar expuesto a 100 decibeles durante más de 15 minutos es considerado un nivel sonoro de riesgo. Para darse una idea, 100 decibeles es el nivel medio en una discoteca. 85 decibeles es el sonido regular del tráfico. Una cortadora de césped emite 90 decibeles. Incluso una secadora de pelo puede llegar a los 100 decibeles.
Mientras más alto sea el sonido, menor debe ser el tiempo de exposición a ese ruido. Niveles de sonido inseguros son estar expuesto a 85 decibeles durante más de 8 horas o a 100 decibeles durante más de 15 minutos.
Para protegerse, lo importante es reducir el tiempo de exposición cuanto más alto sea el sonido. Así también preferir los audífonos que se colocan al exterior de la oreja y no los que se introducen en el conducto auditivo externo del oído.
Entrevistados: el otorrinolaringólogo francés Didier Bouccara, miembro de la JNA, y la fonoaudióloga chilena Gloria Sanguinetti, de la empresa GAES, cadena mundial de centros auditivos.