David Ortiz se acercó al micrófono, se limpió las lágrimas de los ojos y esperó a que la muchedumbre en el Fenway Park, gritara “¡Papi!” unas pocas veces más. Los Medias Rojas esperaron en la parte superior de su dugout. Los Angelinos de Los Ángeles inclinaron sus gorras. Amigos y familiares y dignatarios de dos […]readmore