Olaf Scholz recibe a Benjamín Netanyahu: un encuentro en tiempos de crisis
DW –
Berlín observa con preocupación el curso político del Gobierno de derecha en Israel, que ensombrece las relaciones entre Alemania e Israel.
Scholz y Netanyahu charlan antes de su conferencia de prensa en Berlín.
Con motivo del 50 aniversario de la fundación de la Universidad Haifa, en Israel, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, comentó críticamente el desarrollo de la política interior de aquel país.
El jefe de Estado germano se mostró preocupado respecto de la «escalada del odio y de la violencia» en los últimos meses y semanas, así como de los planes del Gobierno israelí de «reformar el Estado de derecho».
Steinmeier recordó que los alemanes siempre han admirado el vivo y sólido Estado de derecho en Israel.
Controvertida reforma judicial
En opinión del presidente alemán, la reforma judicial que planea el Gobierno ultraderechista de Benjamín Netanyahu modificaría el marco democrático del país. Con la reforma, el Parlamento israelí podría rechazar decisiones de la Corte Suprema por una simple mayoría de votos.
Nunca antes un jefe de Estado alemán había criticado tan abiertamente la política interna de Israel. Y es que, como consecuencia del genocidio judío por parte de la Alemania nazi, la relación entre Alemania e Israel siempre ha sido especial.
Una reconciliación temprana
El legendario ex primer ministro israelí David Ben-Gurión (1886-1973) jugó un papel central en la temprana reconciliación entre ambos países, insistiendo en la necesidad de ver «la otra Alemania».
En 1952, Berlín y Jerusalén retomaron oficialmente el diálogo. Al principio, se pactaron acuerdos de reconciliación. Asimismo, hubo contactos secretos para suministrar armas alemanas a Israel. Finalmente, en 1965, se retomaron plenamente las relaciones diplomáticas.
Kohl, Merkel y Scholz en Israel
Días de conmemoración conjuntos y visitas de representantes del Gobierno alemán fortalecieron las relaciones y la solidaridad. Mientras que, en sus 16 años como canciller alemán, Helmut Kohl solo viajó dos veces a Israel, la exjefa de gobierno Angela Merkel visitó el país ocho veces.
Hasta ahora, la única visita del canciller Olaf Scholz tuvo lugar en marzo de 2022, y se vio ensombrecida por la invasión rusa en Ucrania.
Apoyo a la solución de dos Estados
Todos los jefes de Gobierno alemanes, sobre todo Angela Merkel, en sus 16 años al frente del país, han subrayado claramente el derecho a la existencia de Israel. Sin embargo, en el marco de la política de asentamientos israelí, también han apoyado la solución de dos Estados entre israelíes y palestinos. Con cada nuevo asentamiento israelí, Berlín vuelve a insistir en que no se tense más la situación en el país.
Las palabras que Merkel dirigió al Parlamento de Israel, el Knesset, en 2008, son uno de los momentos culminantes de las relaciones bilaterales: en aquel entonces, la canciller subrayó que Alemania es consciente de su responsabilidad histórica respecto de la seguridad de Israel. «Para mí, como canciller alemana, la seguridad de Israel nunca será negociable», sostuvo.
«Alemania siempre estará firmemente al lado de Israel», aseguró, por su parte, el canciller Olaf Scholz, durante su visita a Oriente Próximo, en 2022.
El histórico discurso de Angela Merkel frente al Parlamento israelí, en 2008.
Aumentan críticas desde Berlín
En 2008, se llevó a cabo la primera consulta gubernamental entre ambos países. Hasta el año 2018, se realizaron otras seis consultas, tres en Berlín y tres en Jerusalén. Muchos observadores aseguran que, actualmente, sería muy improbable que se llevase a cabo un encuentro de ese tipo con todos los miembros de los respectivos gabinetes.
Las críticas de Berlín, al principio, se limitaron a criticar la política de asentamientos, recordando la necesidad de alcanzar una solución de dos Estados. Pero, a finales de febrero, dos importantes ministros germanos expresaron sus preocupaciones respecto del desarrollo de la política interna israelí.
Por un lado, el ministro alemán de Justicia, Marco Buschmann, recordó la importancia de «defender la democracia liberal» y de «posicionarse claramente en contra de tendencias que hagan peligrar el Estado de derecho». Por su parte, la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, subrayó que una democracia fuerte necesita «una Justicia independiente, que también pueda controlar decisiones mayoritarias». (vt/ms)