Grupo Wagner y su intento por apropiarse del poder y el oro en Sudán
DW –
El grupo paramilitar de Rusia opera una planta de procesamiento de oro en Sudán y ha sido acusado de participar en el reciente conflicto del país.
«Los rusos compran casi todo”, dice a DW Omar Sheriff, un minero de la ciudad de Al-Ibaidiya, en el noreste de Sudán, poco antes de que comenzara el actual conflicto entre las fuerzas armadas de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Sheriff es uno de los decenas de mineros artesanales en Al-Ibaidiya, a orillas del río Nilo y ubicada a unos 400 kilómetros al norte de la capital Jartum, que trabajan bajo un calor abrasador para extraer oro de las rocas en el desierto. Separan el oro de las rocas mediante procesos químicos que involucran sustancias tóxicas como cianuro y mercurio que pueden dañar tanto a los mineros como al medio ambiente.
La mayor parte del oro termina en una planta de procesamiento a 16 kilómetros de distancia dirigida por una empresa propiedad del fundador del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgeny Prigozhin, un amigo cercano del presidente ruso Vladimir Putin.
«Los rusos pueden pagar cerca de 3.620 euros por un camión lleno de oro», dice Sheriff. «A menudo están desesperados por comprar todo».
Grupo Wagner en Sudán por invitación de un dictador
El Grupo Wagner apareció por primera vez en Sudán en 2017 por invitación del entonces presidente Omar Al-Bashir luego de una reunión entre el dictador sudanés y Putin en Moscú.
La organización militar privada creó Meroe Gold, una empresa controlada por Prigozhin que luego fue sancionada por Estados Unidos, por llevar a cabo sus operaciones en la nación africana. Poco después, comenzó a explorar los recursos auríferos de Sudán.
En el proceso, Wagner comenzó a entablar una relación con el general Mohammed Hamdan Dagalo, comúnmente conocido como Hemedti, y sus paramilitares de las FAR. Miembros de estas milicias, según los lugareños de Al-Ibaidiya, brindaron protección a los comerciantes rusos que buscaban comprar oro a los mineros. También se dice que la planta de procesamiento de oro de propiedad rusa está custodiada por varios paramilitares de las FAR que trabajan en estrecha colaboración con el personal de seguridad ruso que se cree que es del Grupo Wagner.
«Por más de cuatro años, hemos visto a los soldados de las RSF trabajando en estrecha colaboración con los rusos», Mustafa El Tahir, que ha estado extrayendo oro en al-Ibaidiya desde 2018, comenta a DW. «Donde sea que vayan los rusos, Las FAR van con ellos».
Wagner mantuvo su relación con Hemedti después de que el movimiento sudanés prodemocracia derrocara a Al-Bashir en 2019. Su caída allanó el camino para un gobierno civil de transición. Esta relación pareció ser fundamental para derrocar al gobierno dirigido por civiles casi dos años después. Tras el golpe, supuestamente apoyado por Rusia, el general del ejército Abdel Fattah Burhan asumió como líder militar y nombró a Hemedti como su lugarteniente.
Avión con lingotes de oro
Desde el regreso de los militares al poder, la colaboración de Wagner con Hemedti ha aumentado. En febrero de 2022, cuando Rusia lanzó su invasión de Ucrania, Hemedti viajó a Moscú para respaldar los planes rusos de establecer una base naval en el mar Rojo, una medida que Burhan se negó a respaldar.
En ese viaje a Rusia, el avión en el que viajaba Hemedti también transportaba lingotes de oro, según el diario The New York Times, que citó a dos altos funcionarios occidentales. Durante las conversaciones en Moscú, según los reportes, Hemedti solicitó ayuda a los funcionarios rusos para adquirir equipo militar.
Además, en 2021 desaparecieron hasta 32,7 toneladas de oro sudanés por un valor de unos 1.900 millones de dólares, según un informe de la cadena estadounidense CNN. El reporte también encontró evidencia que muestra que Rusia ha trabajado en estrecha colaboración con la junta militar de Sudán para garantizar que miles de millones de dólares en oro pasen por alto las finanzas sudanesas a cambio del respaldo político y militar del Kremlin.
Ahora, un nuevo informe sugiere que Wagner ha estado suministrando misiles a las FAR para apoyar su lucha contra el ejército sudanés.
La semana pasada, CNN indicó que el grupo de código abierto All Eyes on Wagner había analizado imágenes satelitales que parecían mostrar un avión ruso de transporte desplazándose entre dos bases aéreas libias clave controladas por Khalifa Hifter, líder del Ejército Nacional de Libia, quien está respaldado por el Grupo Wagner.
El reporte alega que un aumento en la actividad del Grupo Wagner en las bases aéreas sugiere que tanto Rusia como Hifter tenían un plan para respaldar a las FAR incluso antes de que comenzara el conflicto. (rr/mn)