«¿Dónde están las armas?»: Ecuador, en alerta, endurece la persecución al narco
RFI-
Un convoy militar irrumpe en una las llamadas «zonas calientes» de Esmeraldas, ciudad costera en el norte de Ecuador. Armados con fusiles y ametralladoras, los uniformados acorralan en su propio escondite a un pandillero, sospechoso de fomentar la violencia que asola al país.
Las camionetas transportan a más de 100 soldados y policías. Con chalecos antibalas, recorren calles estrechas bajo la mirada desconfiada de los habitantes de un barrio empobrecido de Esmeraldas, capital de la provincia homónima fronteriza con Colombia.
Algunos miembros de la fuerza pública, que acusan a los pandilleros de trabajar para los carteles del narcotráfico, apuntan hacia las casas. Otros golpean con un cilindro pesado una puerta de zinc hasta derribarla.
«¿Dónde están las armas?», grita hostil a un grupo de jóvenes afro tumbados en el suelo un policía encapuchado en presencia de la AFP, que observa en exclusiva la operación.
Considera por las autoridades como un fortín del crimen, Esmeraldas, de unos 200.000 habitantes, lleva casi dos meses en estado de excepción como consecuencia de los «actos terroristas» que patrocinan los traficantes de cocaína, según declaraciones del ministro del Interior, Juan Zapata.
-Cientos de detenidos-
El sospechoso es esposado. Presuntamente es miembro de los Tiguerones, una de las bandas más temidas del país.
Los pandilleros se esconden «entre el tumulto de la gente normal», sin relaciones con la delincuencia, explica a la AFP el coronel de la policía Julio César Vásquez.
De cabello largo y un tigre tatuado en el el tobillo derecho, el joven es uno de los más de 900 capturados en todo el país en medio del estado de excepción vigente, según el ministro Zapata.
El 3 de marzo el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó la emergencia en esta provincia clave por su cercanía con Colombia, el primer productor mundial de cocaína, para poner freno a la violencia.
El mandatario extendió el régimen especial el 1 de abril a otras regiones conflictivas y permitió el uso de armas para defensa personal.
«Tenemos un enemigo común: la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado», dijo en ese momento Lasso.
-Menores de edad-
En un helicóptero la policía sobrevuela el río buscando lanchas rápidas cargadas con droga. Ecuador decomisó en 2021 el récord anual de 210 toneladas de estupefacientes, cuyo destino eran puertos europeos.
El estado de excepción no alivió la situación de la ciudad: el 11 de abril una treintena de pistoleros mataron a nueve pescadores.
De acuerdo con la policía, el número de homicidios se incrementó en un 7% en lo corrido de 2023, con relación al mismo periodo del año pasado. En todo el país la tasa de homicidios casi se duplicó entre 2021 y 2022, pasando de 14 a 25 por cada 100.000 habitantes, según autoridades.
Pese a la cantidad de militares desplegados por orden presidencial, en el puerto reina el miedo. Las tiendas están cerradas con candados y algunos hoteles y grandes comercios están en venta.
«Las bandas, la inseguridad, no nos dejan trabajar libremente. Se escucha a los vecinos (decir) que están siendo extorsionados (…) no hay garantías para seguir en el trabajo», se queja Jofre Mancillo, dueño de un almacén de víveres.