Después de llenar 120 solicitudes, Mateo encontró el trabajo de sus sueños
Por: Gita Brown Versión en español: Jhon Cardona
La definición del diccionario de “audaz” bien podría haber sido el nombre de este estudiante de contabilidad, Mateo Efstathopulos. Aunque con ese apellido podríamos pensar que es de algún país lejano, Mateo es un Latino de descendencia colombiana, quien recientemente se graduó de RIC.
Durante su tiempo en RIC, Efstathopulos se postuló para no menos de 120 empresas antes de conseguir el trabajo de sus sueños.
“Tuve entrevistas todos los días durante tres meses y de las 120 plazas a las que me postulé, sólo cuatro me aceptaron, entre ellas la oficina corporativa de CVS”, recuerda. “Nunca olvidaré el día que me dijeron que estaba contratado. Me sentí demasiado feliz”.
En verdad, Efstathopulos se había estado preparando para ese día desde el momento en que se matriculó en RIC como estudiante de transferencia, después de obtener una tecnología en contabilidad de CCRI, buscando obtener su licenciatura en contabilidad.
Desde el inicio su prioridad número uno fue obtener una pasantía que pudiera encaminarlo a una carrera corporativa de tiempo completo. Para iniciar, fue al Centro de Desarrollo Profesional de RIC, donde pulió su currículum y posteriormente asistió a la feria de pasantías de la Escuela de Negocios.
“En ese evento, tuve la suerte de recibir múltiples ofertas de pasantías”, dice, “y elegí la firma de contabilidad PKF O’Conner Davies. Fue una buena experiencia, pues ahí aprendí que no quería ser contador fiscal”.
Sin siquiera haber terminado su pasantía, Efstathopulos ya estaba buscando otra para el verano. Nuevamente recurrió al Centro de Desarrollo Profesional, pulió un poco más su currículum y asistió a un taller sobre cómo adquirir habilidades para entrevistas de trabajo.
“Honestamente, creo que, si no fuera por ese taller de entrevistas y mi experiencia laboral en PKF, no habría conseguido una pasantía en CVS”, aclara. Su puesto era el de analista de auditoría interna. Precisamente lo que estaba buscando.
En ese momento, comenzó la parte más difícil de su ascenso profesional: solicitar un empleo de tiempo completo, no sólo en CVS sino en 120 empresas en total. Determinación que fue alimentada por la lucha de sus padres, quienes emigraron a Estados Unidos desde Colombia.
“Soy el primero en mi familia en asistir a la universidad. Quería lograrlo. Necesitaba lograrlo. Por eso me esforcé tanto”, dice.
Incluso con un puesto corporativo asegurado, no podía dormirse en los laureles. Le quedaba un semestre en RIC y no comenzaría en CVS sino hasta finales del mismo. Entonces utilizando el software Handshake de Career Development, buscó y encontró otra pasantía en Norad, Inc. en Kingston, Rhode Island.
“He tenido la suerte de haber tenido varias experiencias con diferentes ramas de la contabilidad: contabilidad fiscal en PKF, auditoría interna en CVS y contabilidad pública en Norad. Aprendí mucho. También me di cuenta de que la auditoría interna es lo que más me gusta”, afirma.
Efstathopulos explica que en la contabilidad pública siempre pasa lo mismo; reservar una entrada, cargar, acreditar, y ya; en la contabilidad fiscal, se siguen las reglas, que son, mirar las normas fiscales, hacer lo que estas dicen y aplicarlo a la persona o empresa; mientras que la auditoría interna es diferente de otros tipos de contabilidad porque siempre está cambiando.
Enfocado en su avance profesional, Efstathopulos actualmente está completando su MBA-Master in Business Administration (Maestría en administración de negocios) en línea con la Universidad Strayer. Después de obtener su diploma, planea presentarse al examen de Auditor Interno Certificado (Certified Internal Auditor – CIA).
“Ser auditor interno certificado me aumentaría el salario en 25.000 dólares”, dice. “Mi objetivo es trabajar muy fuerte y ascender a analista senior, luego a gerente y posteriormente a gerente senior’.
(En Estados Unidos los contadores ganan casi el doble del salario medio de todas las ocupaciones que existen en el país y se esperan proyecciones de crecimiento laboral superiores al promedio).
Al recordar su recorrido, este recién egresado, quien se siente extremadamente agradecido dice que tomó la decisión correcta al asistir a RIC. Pues ahí sintió el apoyo de cada profesor que tuvo, particularmente de la Dra. Weiss, quien lo guió durante toda su carrera universitaria.
“Siempre acudí a ella si tenía algún problema o pregunta. De hecho, ella fue quien me remitió al Centro de Desarrollo Profesional en mi primer año”, recuerda. “De igual manera venero al Dr. Cote, mi primer profesor de contabilidad, por su manera de enseñar. Todas mis clases eran pequeñas y todos mis profesores me ayudaban cuando tenía preguntas. Siempre estuvieron ahí. No creo que ningún profesor no supiera mi nombre al final del semestre. Además, siempre tomé ventaja de sus horas de oficina”.
Su consejo para los futuros egresados que se proponen desarrollar sus carreras es: “No te rindas. Cuando solicites empleo, recibirás muchos rechazos, pero sigue intentándolo pues tan solo es necesario un sí”.