Colombia reporta en 2022 cifra récord de asesinatos de líderes sociales y defensores de DDHH
VOA
Según un informe, la cifra de este año supera los 145 del 2021 y los 182 del 2020, que era hasta el momento la cifra más alta.
De acuerdo con un informe del organismo que promueve la defensa de los derechos humanos en el país sudamericano, entre el primero de enero y el 30 de noviembre se registraron 199 homicidios de líderes sociales y defensores, superando los 145 de todo el año pasado y los 182 del 2020, que era hasta el momento la cifra más alta.
«Es una cifra alarmante y sin precedentes, las más alta desde el 2016 cuando empezamos a llevar registros. Este año ha sido particularmente complejo para líderes sociales o personas defensoras de los derechos humanos en Colombia», dijo a periodistas el defensor del pueblo, Carlos Camargo.
«Existe una correlación entre el aumento de los asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos con el incremento de los cultivos ilícitos en los diferentes territorios y del accionar de los grupos armados ilegales que se disputan el control territorial de las rutas del narcotráfico», explicó Camargo.
La violencia contra los líderes sociales, así como las masacres de civiles, se convirtieron en uno de los principales problemas para el Gobierno colombiano, blanco de frecuentes críticas de la comunidad internacional y de organizaciones no gubernamentales que exigen acciones para frenar las muertes.
Pese a que el presidente Gustavo Petro, quien en agosto asumió como el primer mandatario de izquierda en la historia del país, busca implementar una paz total para poner a casi seis décadas de conflicto armado interno que dejó 450.000 muertos solo entre 1985 y 2018, los asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos no se han detenido.
Durante lo que va del actual Gobierno, 66 líderes y defensores de derechos humanos han sido asesinados en el país sudamericano de 50 millones de habitantes productor de petróleo, carbón y café, de acuerdo con la Defensoría del Pue
El Gobierno de Petro inició en noviembre una negociación de paz en Venezuela con el izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN) y busca implementar un acuerdo del 2016 con facciones de las FARC que no se acogieron al pacto y otra que decidió regresar a la lucha armada alegando incumplimiento por parte del Estado.
También busca un sometimiento de la justicia de las bandas criminales vinculadas con el narcotráfico a cambio de beneficios como rebajas de penas.
Las cifras sobre violencia contra líderes sociales y defensores de derechos humanos causan polémica y varían entre las diferentes organizaciones.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, los departamentos más afectados por la violencia contra líderes sociales en lo que van del año son Nariño, Cauca, Putumayo, Antioquia y Arauca, todos afectados por la presencia de grupos armados ilegales y de cultivos de hoja de coca, la materia prima de la cocaína.